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SER JOVEN Y ENTRAR EN LA CIENCIA

Hola, amigos del microscópio.

Hoy hablamos de la triste y complicada realidad. Y es que cuando estudias, nadie se digna a decirte la verdad. Yo sabiendo lo que me encontraba, hubiera seguido, pues adoro el sentimiento que crea el estar en un laboratorio. Ese sentimiento de paz, de sentirte útil, de preocuparte, de querer ayudar, de superarte, de sacar adelante un trabajo, de contribuir en la mejora del paciente (estamos detrás, en la sombra pero colaboramos), esa chispa en el estómago… en mis prácticas me encantaba saber más del paciente. ¡Lo sé no es competencia nuestra!, pero me encanta poder poner nombre y apellidos a las muestras. Me encanta sentir lo que sentía en aquel laboratorio del Hospital.

Jamás olvidaré ese sentimiento de mi primera vez. Cuando llega un pulmón entero al laboratorio de anatomía, te preguntas que encontrará esta vez, esperando que no salga nada malo, ese sentimiento de esperanza nunca se va. Pero sabes, que en el laboratorio surge la confirmación y el comienzo del diagnóstico del paciente: la base de la casa.

Y es que...Sin ciencia no seríamos nada. Pero en España, ese concepto de que sin ciencia no seríamos nada no les queda muy claro (pero eso es otro caso aparte). Entrar en la ola de trabajar en la ciencia y ser joven no resulta compatible. Y es que para todo requieren experiencia… ¿ y para cuándo una oportunidad para comenzar?. No nacemos sabiendo. Toda persona ha comenzado siendo “aprendiz” pero esa idea parece que se olvida.

No importa cuánto estes formado, cuánto quieras aprender, cuánta ilusión pongas… solo se fijan en una cosa: Experiencia. Y una ya no sabe qué hacer, ni por dónde tirar. A veces, caes es una espiral de desesperación, tristeza y atribuciones negativas pero recuerdas que te sientes ilusionada, motivada y sobre todo ese sentimiento. Y quieres continuar, pero siempre te ponen trabas: CV olvidados, autocandidaturas fantasmas, emails sin contestar, entrevistas que nunca llegan. Días enteros pegada al teléfono esperando una simple llamada. Ya una intenta todo, creedme ¡todo!. Y por otro lado, la temible bolsa pública de Andalucía dónde una vez más SIN EXPERIENCIA, no obtienes punto y por lo tanto, no tienes posibilidad ninguna. Esa bolsa llamada carrera de obstáculos y de fondo, dónde quizás algún momento de tu vida puedas obtener un trabajo intermitente. A largo plazo es la meta de toda persona de sanidad. Pública y privada rechazados. ¿Cursos gratuitos, becas, congresos? Olvídate, eso es cosa para los universitarios. Y sí, eres técnico 1 para 5000 personas.

Así, amigos el ser joven y entrar en la ciencia no son compatibles pero recordad, no es imposible. Cada oportunidad es un tesoro, cada error un aprendizaje y cada decisión sabiduría. Si tenéis ese sentimiento igual que yo, luchad y seguir a pesar de todo. Pues algún día miraréis para atrás y diréis: La lucha mereció la pena.